viernes, septiembre 11, 2009

Propuesta de Estado laico calienta ambiente electoral en Costa Rica

El intento de diputados y organizaciones civiles de Costa Rica de acabar con el carácter confesional del Estado, ha puesto a la Iglesia Católica en el centro de una disputa política, que podría impactar en las elecciones nacionales de febrero próximo.

El obispo Francisco Ulloa, de la provincia de Cartago, vecina a San José, ha pedido a los católicos no votar por los políticos que promueven eliminar de la Constitución la definición del Estado como católico y la obligación de jurar por Dios al asumir un cargo de elección popular.

En uno de sus artículos, la Constitución vigente, que data de 1949, define al Estado costarricense como "católico, apostólico y romano" y establece la obligación del Estado de contribuir al mantenimiento económico de la Iglesia Católica.

Otro artículo determina el juramento que deben hacer los altos funcionarios en nombre de Dios. "Debemos ser coherentes con nuestra fe y en conciencia no podemos darles un voto" a quienes apoyan la reforma, proclamó el obispo Ulloa durante la homilía el domingo.

La propuesta de reforma constitucional, lanzada hace una semana, también ha sido criticada -aunque sin referencias explícitas a la campaña electoral que se avecina- por el arzobispo de San José, Hugo Barrantes. El tema podría tener repercusiones en las elecciones presidenciales y legislativas, que se realizarán el 7 de febrero de 2010, en un país de amplia mayoría católica.


Los candidatos presidenciales de los dos partidos mayoritarios, Laura Chinchilla, del gobernante Liberación Nacional (PLN), y Ottón Solís del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC), se han apresurado a desmarcarse de la disputa.


"No me siento aludida" por el obispo, dijo Chinchilla, quien condicionó su apoyo a la reforma constitucional a que ésta sea producto de un diálogo y un acuerdo entre las diferentes iglesias.


Solís, por su parte, dijo que sólo estaría de acuerdo con la modificación si se aprueba una ley que permita a los ciudadanos que así lo quieran, transferir un 1% del impuesto sobre la renta a una iglesia de su elección.


En cambio, el presidente Oscar Arias declaró su criterio de que Costa Rica debe ser un Estado laico, aunque consideró que se debe mantener el juramento a Dios, porque "Dios es Dios para todo el mundo, para el cristianismo, para el islamismo, para todo el mundo hay un Dios excepto para los ateos",


El diputado Alberto Salom, del PAC, uno de los promotores de la reforma, dijo que "una cosa es pregonar la ruta de separación y otra es respetar la independencia entre la Iglesia y el Estado".


Destacó además que la iniciativa es respaldada por diputados de casi todos los partidos en el Congreso: el PLN, el PAC, el Partido Unidad Socialcristiana, el Movimiento Libertario y el Frente Amplio.


El proyecto cuenta también con el respaldo de varias organizaciones civiles, incluido el movimiento de homosexuales y lesbianas, grupos feministas y pro aborto.


Fuente: MSN

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